Hoy es 20 de julio del año 2012, hay muchas cosas que mi cabeza no deja de pensar y hay muchas otras que ya no quiero pensar. Llevo un par de días intentando dar señales, pero al parecer son señales muy sutiles o quizás no las quiere notar.
Llevo un tiempo creyendo vivir el día de la marmota, todos los días son iguales: me levanto, voy a la universidad, recibo un llamado a la hora de almuerzo, dura alrededor de 1:30 segundos, luego almuerzo y continúa las clases, llego a mi casa, aviso por whatsapp que llegué y comienzo a estudiar. Con los ojos rojos de cansancio, con dolores de cabeza que jamás nadie entendería y viviendo como si me hubiese convertido en una vieja de 60 años que todos los días no tiene nada distinto que hacer.
Pensé que este tiempo sería distinto, pues, estoy de vacaciones, pero continúo corriendo en círculo y no me gusta, no quiero pasar otros 8 años de mi vida de esta forma sin riesgos ni proyecciones, sin ganas de salir del dulce hogar materno, tengo 23 años y aunque no sea una vieja, me siento como tal, todos los días son iguales y al momento de querer cambiar de planes, siempre, pero siempre existen factores externos a mi que lo prohíben... Tengo 23 años y espero con ansias ganarme la puta beca que me llevará a España por un semestre y comenzar a vivir como quiero vivir, o sea, durmiendo poco, pero por diversión, teniendo planes para los viernes en la noche, o quizás para los fin de semanas largos.
Mi vida se convirtió en una lata y no quiero seguir así. No tengo hijos, no estoy casada ni pienso estarlo por los próximos 10 años, me va bien en la U y así y todo no soy capaz de disfrutar de la vida ¿cuál es el problema?
Soy una vieja amargada y parece que te gusta
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